La mente es como una computadora y, por lo tanto, puede ser hackeada. Esto es lo que nos demuestran el persuasor Alexis Conran, el hipnotizador Lewis Le Val, el simulador Pete Wardell y la maestra en póker Liv Boeree en The Mind Control Freaks, programa en el que las más finastécnicas de resistencia mental son puestas a prueba para enseñarnos que es posible ejercer una fuerte influencia en las reacciones y sensaciones de los otros.
Entre las mismas, una de las más sutiles –y efectivas- es la de los trucos psicológicos, los cuales cualquier persona puede aprender y poner en práctica para conseguir todo aquello que se propone –o, al menos, tener mayores posibilidades de lograrlo-. ¿Quieres conocer algunos? A continuación te los mostramos:
La base: Crea confort
Para que la otra persona se sienta a gusto contigo, debes agradarle y generar confianza. Para esto, puedes optar por:
Repetir lo que diga: Si alguien te dice “Me encanta tomar un té caliente en la tarde” y tú le respondes: “¿Ahá, te gusta tomar té caliente en la tarde?”, le estás demostrando que tiene toda tu atención, generándole una plácida sensación de confort durante la conversación. Además, si escuchas en mayor proporción en la que hablas, podrás saber más sobre el otro y ganarte su confianza.
Usar su nombre a tu favor: Todos amamos escuchar nuestro nombre o el título que obtuvimos (Doctor, Licenciado, etc.). Sucede que ambos son, según Dale Carnegie -autor del libro How to Win Friends and Influence People (Cómo hacer amigos e influenciar a las personas)-, los sonidos más dulces que podamos percibir en cualquier idioma. Por ello, el repetir el nombre del interlocutor varias veces durante una conversación reafirma el respeto y la aceptación que sentimos por él y lo predispone positivamente hacia nosotros.
Halagarlo: Recuerda sonreír siempre que hables con la persona sobre la que deseas ejercer algún tipo de influencia para transmitirle sensaciones agradables hacia ti. Luego, emite cumplidos sobre ella, pero de forma muy sutil y sólo sobre los puntos que de verdad creas ciertos. Caso contrario, se notará que tu única intención es adularla.
Aprende el arte de pedir un favor
Para conseguir aquello que deseas, el siguiente punto es poder pedírselo a tu interlocutor. Entablar una relación en la que el otro pueda ayudarte te será de mucha ayuda (pronto sabrás por qué). Pero ten en cuenta que existen determinados momentos en los que hacer esto te resultará más efectivo que otros:
El efecto Benjamin Franklin: Cuenta la anécdota que Franklin tenía como rival a un legislador de Pensilvania, que lo criticaba fuertemente. Para ganar su aprobación, el científico estadounidense inauguró este simple truco psicológico, basado en pedir un favor. Así es, para cambiar el parecer del legislador, Franklin le escribió una carta pidiéndole en préstamo un libro difícil de conseguir que aquél poseía. Este acto no pudo más que halagar a su contrincante, quien respondió positivamente, enviándoselo. Luego de un tiempo, Franklin realizó la obligada devolución del libro junto a una nota de agradecimiento. Sólo esto bastó para que ambos se volvieran grandes amigos.
Pide siempre más: Si debes pedirle algo a alguien, la mejor estrategia es comenzar por algo enorme que, seguramente, el otro se negará a cumplir. Una vez hecho esto, regresa y pídele algo menor (lo que tú realmente quieres). Como aquél se sentirá mal por haberte dicho que no la primera vez -y este segundo pedido es más lógico-, tendrás asegurada una respuesta positiva.
Toma al cansancio como aliado: Según los doctores Roy Baumeister y Brad Bushes, uno de los mejores momentos para pedirle un favor a otra persona es cuando ésta está cansada. Seguramente, el pedido será pospuesto para el día siguiente y eso hará que cumpla con su palabra.
Si piensas que estás a cargo de tus reacciones, piénsalo nuevamente, puede que un experto como los de The Mind Control Freaks esté haciendo su parte.
¿Qué te parecieron estos trucos psicológicos? ¿Conoces otros? Puedes contarnos en los comentarios debajo.